CONSEJOS PARA TRATAR A LOS HIJOS


Si su hijo es un chico terco y testarudo, permítame decirle que usted no está sola. Así que a continuación le daré algunas sugerencias para que ayude a su hijo o hija a través de estos difíciles años de su crianza.

PRIMERO. No se culpe a sí misma por el temperamento de su hijo. ¡Él nació así! Hay niños más difíciles de manejar que otros, pero creo que usted es digna para esta labor.

SEGUNDO. Aunque usted no lo vea ahora, su hijo está en mayor peligro ahora que nunca por su inclinación a probar los límites y la escala de las paredes y fronteras que usted le coloque. Créame cuando le digo que usted necesitará inteligencia y sabiduría salomónica para criar a sus hijos en los días en que estamos viviendo, cuando un solo programa de televisión de una hora le des-enseña más de lo que nosotros luchamos tanto para enseñarles en meses.

TERCERO. Si usted se derrumba y se deja vencer por sus continuos intentos de ser quien tome las decisiones en su vida, aún cuando tiene apenas 6 años, su hijo terminará en la cárcel o en un lugar peor, porque a esta edad, Dios demanda que sea usted quien coloque fronteras y reglas para que ese niño crezca sano y como un hombre de bien en el futuro. ¡No se dé por vencida!

CUARTO. Para padres cuyos hijos todavía son pequeños, ¡es hora de comenzar a mostrarles que la autoridad en la casa la tiene usted! Para hacerlo no tiene que pegarles, pero el niño debe saber, sin lugar a dudas, que el padre le ama y que porque lo ama, establece fronteras que le protegerán de peligros en la vida. Muchos de nosotros usamos la excusa de que estamos cansados o demasiado ocupados y no corregimos con la dedicación y el tiempo que se necesita a nuestros hijos. Un día pestañeamos, el niño tiene 9 años ¡y se ha vuelto un terrorista! Los primeros años son los años clave. Después de esos años básicos, no afloje el nudo. Todavía tiene mucho por delante.

CINCO. No se preocupe demasiado. Su hijo no es el primero que se le para y le dice "¡No!". El pánico no es el mejor consejero. La autoridad y la consistencia los son. Use la Palabra de Dios como su guía. Si lo hace, vendrá mejores días.

SEIS. Mientras ejercita su autoridad y establece fronteras, no se dé el lujo de permitir que su hijo se aleje de usted emocionalmente. Abrázelo. Dígale lo que Dios quiere y espera de él. Vea en su hijo el hombre o la mujer de Dios que Él ve en ellos.

Su hijo necesita su afirmación, lo que significa que usted debe ser su principal aficionado. Asista a sus juegos deportivos, a sus días especiales en la escuela, y dé buenas opiniones por sus alocados dibujos. ¡No diga: "Oh, qué león tan bonito dibujaste"! (¡Es posible que no sea un león sino una ballena!). Mejor pregúntele: "Qué es esto?" Cuando él le diga lo que dibujó, entonces dígale palabras de afirmación y dígale que él tiene mucho talento y que Dios tiene planes GRANDES para su futuro.

SIETE. Dele tiempo a su hijo a que encuentre y determine su identidad. Nuestros hijos no son fotocopias de nosotros. Dios los hizo peculiares y especiales.

OCHO. Y lo más importante... No deje de orar por sus hijos!

Fuente: Como hago con los hijos que tengo?/Antes del Fin.



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