Lo Que Los Adolescentes Desean


Para saber lo que los adolescentes desean sólo se requiere comunicación, la mayoría de estos no tiene con quien conversar, a quien expresar sus deseos y comunicarles sus anhelos; pero si consiguen alguien que les escuche (lo más recomendable es que sean sus padres) es entonces cuando se empieza a comprenderlos.

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¿Sabes lo que desean los adolescentes más jovencitos? (13 a 15 años) Su mayor deseo es un hogar feliz. Ni siquiera éxito en el colegio; ni aún éxito en los negocios o en una carrera. Es interesante saber que los varones desean esto con más intensidad que las chicas.

Lazos familiares más estrechos e íntimos es lo que desea el 86 % de los adolescentes. El 90 % de las muchachas jóvenes desean lo mismo, sobre un 82 % de los jóvenes varones. Un 74 % de los adolescentes cuyos padres están divorciados dicen que sus padres no pusieron empeño en mantener el matrimonio. ¿Puede sorprendernos entonces el hecho de que el 75 % de los jóvenes piense que es muy fácil divorciarse?

Cuando los padres que se están divorciando preguntan a sus hijos: "¿Tú deseas que nosotros continuemos nuestra penosa situación por amor a ustedes?", la respuesta es invariablemente la misma: "¡Sí queremos!". Los adolescentes de hoy desean pertenecer a una familia amorosa, unida y permanente.

Relaciones permanentes

Cuando los padres se aman sinceramente el uno al otro, el adolescente se siente completamente seguro. Los jóvenes de hoy buscan relaciones que duren para siempre. Están clamando por hombres y mujeres que sean modelos en el amor, el matrimonio, la fidelidad, el sexo y la familia. Están buscando desesperadamente relaciones significativas. Una de las más grandes cosas que los padres pueden hacer por sus hijos, es amarse uno al otro, y hacérselos saber. Sin embargo, aunque todos los jóvenes desean relaciones permanentes, pocos tienen éxito en hallarlas. Es que una cosa es desear algo y otra cosa es saber cómo conseguirla. Si los padres no le dan el modelo correcto, los adolescentes no saben cómo tener una relación permanente, y por otro lado, aprenden cómo tener malas relaciones. Jesús dijo que un discípulo no es más que su maestro (Lucas 6:40). En otras palabras: "De tal palo, tal astilla".

Afecto

De acuerdo a una encuesta efectuada por la revista "Seventeen" (Diecisiete), la mayoría de las chicas desean más afecto que "sexo". La mayoría de las adolescentes creen que la relación sexual es menos importante que el noviazgo y la amistad. Ellas desean pasar el tiempo con un joven que sea amable, y en quien puedan confiar.

Después de mi último viaje por Inglaterra, una estudiante me escribió y me dijo:"Sólo deseo encontrar alguien que me ame (no físicamente)". "Deseamos ser abrazadas" dicen ellas, y el dilema para algunas es que, "si deseo que me toquen, deseo que me abracen, y entonces termino en las relaciones sexuales". Robert Olson, del Departamento de Salud dice que "muchas adolescentes embarazadas" dicen que solo deseaban que un hombre las abrazara. Esta era su motivación principal, más que tener relaciones sexuales.

Intimidad falsa

El mayor problema de hoy no es sexual. Es relacional. Nos hemos embarcado en una búsqueda de falsa intimidad porque no sabemos cuál es la verdadera intimidad. Hemos dejado que nuestra cultura nos diga que la única intimidad posible y deseable es la física. Estoy personalmente convencido que muchos jóvenes usan el sexo como un medio de alcanzar intimidad. No desean tanto esas relaciones, sino sentirse muy cerca de otra persona. La tragedia es que están saltando de una cama a otra en busca de intimidad.

Vemos a muchas personas participar en relaciones promiscuas en el día de hoy por la simple razón de que no comprenden cuál es la verdadera intimidad. La experiencia sexual es para estas personas un sustituto de la intimidad. Mucha gente no sólo no conoce cuál es la verdadera intimidad, sino que hasta tienen miedo de ella. ¿Por qué? Porque la intimidad, inevitablemente, trae vulnerabilidad. Compartir emociones requiere la apertura de los corazones, y para muchas personas abrir el ser íntimo los aterra. Muchos jóvenes comparten sus cuerpos porque es más fácil que compartir sus inquietudes.

Intimidad verdadera

La verdadera intimidad es dejar que otra persona vea quiénes somos, pero si tú no te sientes bien acerca de quién eres y de tu identidad, entonces vas a permanecer oculto y nunca vas a lograr verdadera intimidad. Sólo una persona con un buen sentido relativo de seguridad e identidad, puede entrar enteramente en una experiencia real de intimidad. Nunca podremos disfrutar la alegría de una buena intimidad, para la cual fuimos creados, sin llegar a ser íntimos a lo menos con una persona. Estoy hablando acerca de intimidad física, psicológica y espiritual, la cual es el resultado de ser abiertos y transparentes. Es más un asunto de comunicación, que de pasión. Para las personas jóvenes, y para todos, el primer paso hacia una intimidad real, es una vida cambiada por su relación con Cristo.


Fuente: Dios Habla Hoy/Melly

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