La Difícil Tarea de Vivir de Acuerdo a las Prioridades Correctas


 Introducción

1.     El mayor problema de muchos matrimonios es establecer prioridades correctas.
2.     Las prioridades marcan la vida completamente.
3.     Las prioridades se eligen.
4.     Sólo los seres humanos tienen la capacidad de elegir.
5.     Sin embargo, no se “educa para la voluntad” habitualmente sino para el sentimiento, por eso tantas personas no saben vivir conforme a prioridades basadas en principios.

Concepto básico

Si las prioridades en un matrimonio no se ordenan de manera adecuada, entonces, se obtendrán, a largo plazo, resultados no deseables que no sólo afectará a la pareja, sino a sus hijos y a sus descendientes.

Desarrollo

Orden de prioridades
  1. Dios
a.     “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt 6: 33).
b.     “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican” (Sal 127: 1).
c.     Esto implica:
·     Vivir una vida devocional permanente.
·     Establecer un tiempo regular para el culto familiar.
·     Invertir en recursos que sirvan para que la familia pueda tener una vida devocional adecuada (libros, revistas, folletos, participación en congresos, etc.).
·     Asistencia regular a la iglesia.
d.     “La primera obra que debe hacerse en un hogar cristiano es asegurarse de que el Espíritu de Cristo more allí” (Elena G. de White, Hogar Cristiano (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1988), 15.

2.     Cónyuge y familia
a.     “Por tanto dejará el varón (ish) a su padre y a su madre y se unirá a su mujer (isha)” (Génesis 2:24)
b.     Eso no implica “el abandono de los deberes filiales y del respeto hacia el padre y la madre, sino que principalmente se refieren a que la esposa ha de ser la primera en el afecto del esposo y que su primer deber es para ella”. Francis Nichol, ed. Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: ACES,1995), 2: 240.
c.     No hacer de la esposa una prioridad es deslealtad: “Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto… guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud” (Malaquías 2: 14-15).
d.     Se es desleal toda vez que no se pone al cónyuge como segunda prioridad después de Dios.
e.     Padres, vuestro hogar es el primer campo en el que sois llamados a trabajar”.  Elena G. de White, Hogar cristiano, 179.
f.       “Vuestro primer deber es hacia vuestros hijos”. Elena G. de White, Hogar cristiano, 242.
g.     El que quiera llegar a ser santo en el cielo debe ser primero santo en su propia familia”. Elena G. de White, Hogar cristiano, 287
h.     “El primer trabajo misionero consiste en cuidar de que el amor, la luz y el gozo reinen en el hogar”. Elena G. de White, Dios nos cuida, 34
i.        Este principio vale para todos, incluyendo los predicadores y pastores: “Los deberes propios del predicador le rodean, lejos y cerca; pero su primer deber es para con sus hijos. No debe dejarse embargar por sus deberes exteriores hasta el punto de descuidar la instrucción que sus hijos necesitan”. Elena G. de White, El hogar cristiano, 233
j.        “Por grandes que sean los males debidos a la infidelidad paternal en cualquier circunstancia, son diez veces mayores cuando existen en las familias de quienes fueron designados maestros del pueblo. Cuando éstos no gobiernan sus propias casas, desvían por su mal ejemplo a muchos del buen camino. Su culpabilidad es tanto mayor que la de los demás cuanto mayor es la responsabilidad de su cargo”. Elena G. de White, El hogar cristiano, 323
k.      El principio paulino es que el líder debe ser una persona que “gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)” (1 Tim 3:4-5

3.     Trabajo.
a.     La Biblia habla del trabajo como una bendición.
b.     No se vive para trabajar, sino que se trabaja para vivir.
c.     Quienes convierten al trabajo en una prioridad antes que su familia se tornan en adictos y desequilibrados.
d.     Un error de los que trabajan a veces para Dios.
e.     Consideran que servir a Dios está por sobre la familia.
f.       Sin embargo, es un error. Elí y Samuel, personajes bíblicos, sirven de ejemplo de lo que no se debe hacer.
·     “Los hijos de Elí eran hombres impíos, que no tenían conocimiento de Jehová” (1 Sam 2:12).
·     “Elí era sacerdote y juez de Israel […] Pero aunque había sido nombrado para que gobernara al pueblo, no regía bien su propia casa. . .” Elena G. de White, Conflicto y valor, 141.
·     “La advertencia dirigida a Elí no había ejercido en el ánimo de Samuel la influencia que debiera haber ejercido. El había sido, hasta cierto grado, demasiado indulgente con sus hijos, y los resultados eran obvios en su carácter y en su vida”. Elena G. de White, Patriarcas y profetas, 656.

Conclusión
1.     La Biblia enseña la ley de la siembra y la cosecha: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).
2.     Tener hogares estables no es resultado de la casualidad sino de establecer prioridades correctas.
3.     Lo que decidamos marcará el resto de nuestra vida.
4.     Si las prioridades no son las adecuadas se altera el diseño de Dios.
5.     Si se altera el diseño divino, entonces, no se puede ser plenamente feliz.

 Fuente: abo.or.ar/Área de la Familia/Herencia del Hogar/Pr. Miguel Ángel Núñez

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