Entre estos factores están:
El estrés. Tu trabajo, los niños, tu marido, las responsabilidades, pagar cuentas, rendir más en todo. Este mundo de hoy parece una pista en la que todos tenemos que correr para salir ganadores. Las exigencias diarias, afectan nuestras emociones y desequilibran el funcionamiento del cuerpo. Esto causa que el cuerpo: guarde energía, le baja el ritmo al metabolismo y genera hormonas y químicos que hacen que el resultado sea más grasa en el cuerpo. A esto se suma que el estrés produce ansiedad. Y la ansiedad, en el caso de muchas personas, se traduce en comer carbohidratos (azúcares), porque estos generan un efecto tranquilizante en el cerebro. Pero ese efecto que es transitorio, puede hacer que tu peso en vez de bajar, suba. Lo mejor es que acompañes tu dieta y ejercicio, practicando técnicas de relajación que pueden ayudarle a tu cuerpo a manejarse mejor.
El descanso. No hay nada mejor para sentirse bien y estar bellas, que un sueño reparador. Si no duermes lo suficiente o duermes mal, tu cuerpo generara grasa de más. Esto sucede porque tu cuerpo necesita el descanso para equilibrar sus funciones y si no duermes las horas necesarias, el organismo reacciona como cuando tienes estrés: aumentando de peso. Debes dormir 8 horas cada noche para bajar de peso.
Condiciones medicas. También puede ser que tu aumento de peso se deba a una condición médica como el hipotiroidismo, que ocasiona que el metabolismo se vuelva más lento. Igual sucede si estás atravesando por la menopausia; debido al cambio hormonal, la grasa se acumula sobretodo en la parte del abdomen.
Si uno de estos factores te están afectando puede que encuentres la respuesta para tu aumento de peso a pesar de tus esfuerzos. ¡No te desanimes! Ahora que sabes que hay factores que no eran tan evidentes, puedes hablar con tu médico y discutir tus opciones. Sigue comiendo sanamente y por nada del mundo deja tu motivación para hacer ejercicio. El primer paso para bajar de peso, ya lo conseguiste.