Las familias modernas, de forma especial las que vivimos en las ciudades principales, padecemos el mal de lo "acelerado que es vivir" bajo estos contextos. Hoy se habla de manera más acentuada acerca del estrés, la depresión y de hijos rebeldes. Parece ser imperante preguntarnos si realmente "somos felices" en nuestro propio hogar.
María Marín nos da cinco consejos para practicar en nuestros hogares que podrían resultar en bienestar y felicidad:
1. Saber distribuir el tiempo. Una persona trabaja tanto, tanto que termina tan cansado que ya no nos queda tiempo para disfrutar de la familia. El enemigo número uno de la familia es el cansancio. Hay tres prioridades en esta vida: Dios, la familia y el trabajo. Si se cambian las prioridades esto afecta a la familia.
2. Cada miembro de la familia debe controlar su temperamento. No pelear delante de los hijos. Se puede discrepar pero debemos hacerlo inteligentemente. Si los hijos perciben que sus padres pelean, perderán el respeto por ellos.
3. Tener 4 de cada 7 días alguna actividad familiar juntos. No es sentarse a cenar mirando la TV, mandando mensajes de texto por el celular, etc.
4. La comunicación es clave. Una de las características más importantes de tener familia, es tener la libertad de comunicarse.
5. Recordarles a los hijos que los queremos. Los hijos necesitan oír que son amados. No basta con pensar que nuestros hijos ya lo saben, ellos necesitan saber y tener presente siempre que los amamos.
Estos han sido los 5 consejos de hoy. Para ver el vídeo clic aquí.
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