Antes y Después del Matrimonio


El matrimonio Dios lo instituyo pensando en la felicidad del hombre y la mujer, estaba en el plan de Dios que ambos fuesen una ayuda idonea el uno para el otro y no estuvieran solos.

Las personas al recordar su matrimonio y actúan de la siguiente manera: Un grupo de productores cinematográficos hicieron una lista de los seis sonidos más dramáticos, exhibidos en las películas, para ver como reaccionaban los matrimonios.
1. El primer llanto de un bebé
2. El sonido de una sirena
3. El estruendo de las aguas entre las rocas
4. El bramido de un incendio forestal
5. El goteo suave del agua
6. La Marcha Nupcial
El grupo que escuchó estos seis tipos de sonidos, uno de ellos les causó más reacciones emocionales y agitación que todos los demás sonidos. Esta fue la Marcha Nupcial, les hizo recordar alegría extrema, tristezas, odio, rencor, aflicciones, desencanto, soledad, traición, separación y divorcio.

Cuando dos personas se presentan ante el altar para “ser uno” en el matrimonio, ellas entran en una de las más emocionantes asociaciones en el ámbito de la experiencia humana. Dos personalidades completamente diferentes, se juntan para una vida en común, pensando que su cónyuge sea su ayuda y su otra mitad, o su maravilloso complemento.

Antes del matrimonio se deben considerar:
 1. Semejanza de ideologías, si tomas esto en cuenta en el noviazgo, te asegurara un buen comienzo en el matrimonio

2. Semejanzas en las perspectivas económicas, “El amor resuelve todo”, no es tan cierto, porque la mitad de los que se casan tienen un acuerdo razonablemente equilibrado y una compresión común en cuanto a los asuntos económicos de como obtener, gastar, economizar y usar el dinero. El otro 50% está en continuos desacuerdos y llegan a la conclusión que: cuanto mayor es la diferencia en este asunto, más difícil es el ajuste. Un gran porcentaje de matrimonios en vías de divorciarse, están con grandes deudas económicas.

3. Diferencia en el aspecto biológico, generalmente las personas se casan con sus opuestos. En forma natural somos atraídos por personas que son fuertes en los puntos en que nosotros somos débiles. Inconscientemente, procuramos el complemento con alguien que personifica lo que no poseemos. Estamos en busca de complementación. Dios nos hizo así para que nuestros pares nos puedan complementar. Para que sea nuestra otra mitad. Ejemplo:
a. Un extrovertido se casa con una introvertida
b. Una impulsiva se casa con una persona calmada
c. Una persona habladora se casa con una tranquila
d. Un tipo que gusta de arreglarse con una desarreglada.
e. Un hombre racional se casa con una mujer sentimental


Después del matrimonio se deben considerar:
1. Las tres etapas del matrimonio:
* Romanticismo
* Los descubrimientos
* Superación o Separación.Daremos atención ahora a los descubrimientos.
En los dos primeros años de matrimonio se producen los descubrimientos. A veces nos sorprendemos que las diferencias que se van descubriendo poco a poco, en lugar de atraernos al otro, ahora nos perturban y tienden a separarnos. ¿Por qué?

1. Podemos usar las diferencias como un medio para unirnos mejor y no para separarnos.
2. Es posible aceptar a nuestra pareja como él (a) es, con todas sus cualidades (buenas y malas), para iniciar el delicado trabajo de eliminar las diferencias que los separan.
3. Si aprendemos a despertar nuestros valores y virtudes con el poder de Jesús, para superar nuestras propias flaquezas, entonces podría haber mas acercamiento.
4. Cada uno necesita del otro para llenar el vacío de sus flaquezas en vez de dedicar tiempo a las peleas rutinarias.

Debemos evitar en nuestro matrimonio:
1. Intentar cambiar al cónyuge para que sea como “yo soy”. Mas la respuesta que usted tendrá será de resistencia rotunda a cualquier cambio.

2. Regañar y presentar continuas quejas al cónyuge. Recuerde que eso solamente promueve un cambio forzado y acaba creando resentimiento, hostilidad y separación.

Lo que debemos hacer en nuestro matrimonio:
1. Para disminuir las diferencias y realizar grandes cambios, ambos cónyuges deben sentir que son aceptados tal como son, y que a pesar de las diferencias se aman profundamente.

2. Sin embargo el amor humano es imperfecto, egoísta e inestable. Que bueno sería si hoy tomáramos la decisión de llenarnos de Cristo cada día como matrimonio para que nuestro amor imperfecto sea perfeccionado por él, y así podamos quitar las diferencias que nos separa uno del otro, y unirnos en Jesús cada día. Así el matrimonio tendrá mejores condiciones, para practicar la empatía, la humildad, el perdón y el deseo de mejorar con la ayuda de Dios.

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