Mantener la Belleza Femenina, en las Diferentes Etapas

En la Vejez. Las célula de la piel madura, su reproducción se hacen menos frecuentes, por lo que éstas dejan de reproducirse en la abundancia y frecuencia que solían hacerlo. Al haber menor producción, las células muertas se quedan durante más tiempo en la superficie, produciendo un efecto de escamas.
Este cambio preprogramado hace que las células modifiquen su estructura, provocando cambios en la textura del cutis.

Al hacernos mayores, nuestras células ya no retienen la suficiente humectación, por lo que se experimentan los signos de la edad, tales como resequedad, flacidez y surcos y por los cambios hormonales de la menopausia en el caso de las mujeres, sobreviene una pérdida de luminosidad, flexibilidad y elasticidad de la piel. El síntoma más marcado es el adelgazamiento de la dermis, que se atrofia y hace que los tejidos se relajen, haciendo que el óvalo facial se vea poco definido y con apariencia de "colgado".

En la Adolescencia. La firmeza y humectación de tu rostro son inmejorables. Las hormonas desatadas pueden ocasionar algunos problemas en la textura de tu cara. Las espinillas, barros, puntos negros y poros dilatados son algunas de las consecuencias del proceso hormonal que estás experimentando.

Por primera vez te puedes hacer cargo del cuidado de tu propia piel. Para ello, puedes elegir entre múltiples opciones. Es bueno por las mañanas y por las noches usar un limpiador en textura de mousse, permitirá eliminar todas las células muertas. También el exfoliante, con extractos de frutas, además de darle un aroma agradable a tu piel ayuda a mejorar su apariencia, minimizando los poros abiertos y evitando las molestas espinillas. A pesar de que muchos alimentos han sido culpados erróneamente de la aparición de los brotes de acné, es importante que desde ahora comiences a crearte buenos hábitos alimenticios, con una alimentación balanceada.

En la Juventud. La piel luce espléndida, sus células trabajan para autorrepararse constantemente y sólo necesita limpieza, protección solar e hidratación de día y de noche. Los puntos débiles son la aparición de granitos, ya sea esporádica o continua y los malos hábitos como fumar, dormir mal y tomar en exceso. Se debe tomar en cuenta que los cuidados que se tengan durante esta década, serán los que repercutan en cómo lucirá la epidermis en las siguientes etapas.

En esta etapa no necesitas cremas antiarrugas o una microdermabrasión, sin embargo un buen tratamiento antiacné puede hacer maravillas para lucir lozana y sin imperfecciones. Si tu piel es normal, sólo necesitas lavarla una vez al día, de preferencia antes de dormir. Utiliza productos con textura en gel si tienes tendencia al acné.
La comida chatarra o sobreprocesada no sólo se va a tus caderas, también es tóxica para la salud de tu piel. Mantén a raya su consumo, permitiéndote un gusto máximo dos veces a la semana.

En la Adultez. Los brotes de acné de la década anterior han quedado atrás, estabilizándose los niveles de grasa, por lo que en este momento ya puedes saber con claridad qué tipo de piel tendrás por el resto de tu vida. La epidermis todavía se ve casi perfecta en el exterior, pero dentro, el proceso de la renovación celular comienza a decrecer, por lo que es más débil ante las agresiones externas, comenzando a perder luminosidad y firmeza. Las primeras arrugas aparecen, particularmente las gestuales, es decir, alrededor de los ojos, las que van de la nariz a la boca y en el entrecejo. Tu poder adquisitivo, junto con la conciencia de tu propia imagen, hacen que durante esta década apuestes por mayores cuidados y seas más exigente con tu régimen de alimentación y ejercicio. Los productos humectantes y antiarrugas se deben convertir en una constante para tu rutina diaria.


Las vitaminas C y E resultan las mejores aliadas, pues al ser antioxidantes, combaten las toxinas que se acumulan en las células y la llamada Dieta Mediterránea, al ser rica en flavonoides, eliminan los radicales libres.


Los  40 y más. Reafirmar y nutrir la piel es la encomienda, ya que es durante estos años que se manifiestan claramente los estragos de los agentes externos, como la contaminación y el estrés, así como los internos, como una dieta poco balanceada o la falta de una correcta hidratación. Las arrugas del contorno de los labios, del entrecejo y las temidas patas de gallo ya son evidentes a primera vista, mientras que la textura de la piel se hace más áspera, por lo que no refleja la luz de forma pareja, luciendo apagada.
Es tiempo de poner en práctica acciones correctivas, para lucir bella y de mantener un estilo de vida saludable en todos los aspectos. Un régimen bajo en grasas, pero rico en variedad de frutas y verduras, ayudan al proceso de regeneración celular, del cuál se ve favorecido también la epidermis.

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