Como toda fruta, la cereza es un compendio de vitaminas necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. Tiene un alto contenido en vitamina C, que nos ayuda a reforzar el sistema inmunológico, así como en vitamina A, un potente antioxidante que nos ayuda a mantener unos tejidos fuertes y bien conservados. Hay que destacar el aporte de vitamina B y E que nos brinda, lo que convierte a la cereza en una fruta adecuada para conseguir unos órganos en perfecto estado.
Esta fruta tiene un alto poder depurativo del organismo, que nos ayuda a eliminar las toxinas que nos sobran. Se trata de uno de los frutos más diuréticos que existe, y es que es ideal para mantener unos niveles de líquidos óptimos en el organismo. Es una buena reguladora de la presión sanguínea, ya que ayuda a calmarla, por lo que es muy recomendable para personas que padecen de hipertensión. A esto hay que sumar su bajo contenido en azúcares y calorías que la convierten en una fruta ideal para las personas que no quieren aumentar de peso o para aquellos que padecen de diabetes.
Las cerezas son un tipo de fruta recomendable cuando queremos relajarnos o descansar mejor, ya que tienen altas cantidades de melatonina que intervienen directamente en nuestro estado de ánimo y nos dan tranquilidad y calma. Por ello es muy recomendable la ingesta de cerezas, además de ser uno de los mejores refrescos de existe frente al calor a causa de las altas cantidades de líquido que nos aporta y que nos ayudará a mantenernos hidratados.
Tiene un elevado aporte de potasio, carotenos que contribuyen a un bronceado saludable, y ácido fólico. Además, poseen magnesio, fósforo, vitamina C y A y un gran porcentaje de agua en su composición que ayuda a mantener una buena hidratación.