Cada
persona es un
regalo de Dios, pues es una
victoria y un
reto el
nacer, el
vivir es una lucha constante. Cada día que pasa esun día mas que
agradecer a Dios por el
regalo de vivir, no todos despiertan y ven un nuevo día. Es por eso que cada persona que existe es de inmenso valor ante los ojos de Dios, pueda ser que nosotros mismo no valoresmos la
vida ni el precioso
regalo que es nuestro amigo, vecino o compañero; si nos ponemos a
meditar por un instante en lo grandioso que es el
ser humano y lo complejo tanto
física como
emocionalmente, nos
valorariamos mas.
Realmente no sé compo pueden existir
personas que menosprecien a los demás y lo maltratan, estas personas no tiene ni una mínima idea de lo que vale un
ser humano. Puede ser que esto suceda porque solo se fijen en exterior del otro, en su
forma de vida o
clase social, si solo nos tomaramos un
tiempo para mirar a los demás en su interior, notaríamos lo
hermosos y
bellos que son, puede ser que la
envoltura no sea
agradable, pero su
valor es extraordinario.
Tal vez pase por tu
mente que no todas las
personas valen la pena, ya sea porque no tengan buenas intenciones, la
maldad este en su
corazón o simplemente porque tengas algún altercado con alguien; déjame decirte que esa persona que dices que no es
buena es la
persona que mas necesita saber que es
especial y entender que necesita
amarse y
valorarse, la mejor forma de lograr eso es por medio de otra
persona que le ayude a entender el
valor que tiene y lo
hermoso y
grandioso que es el
ser humano, tanto así que Dios no escatimo dar su único hijo por el
ser humano, solamente para que tuviese otra oportunidad y una
esperanza de vida eterna.
Existen muchas personas que han sido
maltratadas y no ven lo
grandioso de la vida y de ser
felices ellos mismo y los demás. Tú que tienes una persona cerca de ti con esa cualidad, eres el/la indicada/do para enseñarle que si es posible superar situaciones dificiles y
frustraciones pasadas, se puede ser
feliz. La
felicidad es el resultado de la disposición y la
voluntad de ser
feliz, cada quien decide ser o no ser
feliz.
Amigos recuerden que somos
obsequios de Dios unos para otros. Descubre en tu
interior todos los
dones con los que el Señor te conformó y sé el digno
regalo para los que te necesitan.